jueves, 29 de noviembre de 2007

Violencia... ¿de qué género?

Ya van 70 mujeres muertas víctimas de la llamada violencia de género este año 2007, todas ellas supuestamente asesinadas por sus parejas. Por lo menos son así los datos que los medios de comunicación facilitan a la sociedad y que los propios responsables políticos y demás organizaciones gubernamentales y no gubernamentales respaldan. Así, sin más... dejan caer este dato para que la propia sociedad se escandalice y crea lo que le venga en gana, que claro, dicho así uno piensa "qué cabrón el tio... qué malo es el hombre... habría que condenarlos a todos por asesinos..."

Asesinos... veamos qué significa este témino y, por tanto, cúando se debe aplicar y en qué casos. Según la RAE (Real Academia Española), asesinato dice ser un crimen alevoso o premeditado, por tanto, cuando se comete un crimen matando a alguien, el autor debe planificar su resultado, es decir, es consciente del final de su acción. Aclarando este dato podemos continuar.

"Es que un hombre no tiene derecho a matar a una mujer...". Vale, correcto pero, dicho así, ¿eso quiere decir que una mujer a un hombre sí puede? ¿No estaría mejor dicho "una persona no tiene derecho a matar a otra"? (solo pregunto) Esto lo dejo caer porque no paro de escucharlo en los medios de comunicación que tan estupendamente nos informan, y lo que es peor, y a los políticos.

Más preguntas... ¿los hombres es que no sufren violencia de género? ¿Se han contabilizado las víctimas varones por violencia de género? Porque haberlas las hay... ¿o es que no interesan? Igual es que deben morir unmayor número de hombres para que también interesen sus datos. ¿Es posible que al género masculino se le hayan cruzado los cables? ¿o quizás exista una epidemia vírica causante de un trastorno psicológico en los varones provocando la isteria responsable de la muerte de su pareja? ¿uno es sólo víctima cuando muere o sufre daño físico, o también el psicológico cuenta?

Todas estas preguntas (y muchas otras que se me ocurren) son las que me hago para poder profundizar y entender objetivamente la realidad en la llamada violencia de género. De este modo me entra el temor de que todo esto haya podido convertirse en un negocio para muchos y que, mientras tanto, siga siendo el mismo infierno paras las víctimas de las que se habla.

Es cierto que durante la historia del hombre, la mujer ha tenido una vida bastante cruda solo por su condición de mujer y que, hoy en día, es la principal víctima de este tipo de violencia, pero no la única. Mientras que mujeres sufren en su día a día maltratos físicos y psicológicos, a la par, hay hombres que también sufren este tipo de violencia (incluso hay casos de maltrato físico), la diferencia es que no se dice, no se habla de ello. Y esto me parece muy triste, ¿por qué? Porque me hace pensar que sólo se habla de lo primero por la simple razón de qu, para muchos, se trata de una fuente de riqueza tanto económica, como política, y por tanto para ellos no es bueno que termine tal fenómeno. Me explico:

Se sabe que el Instituto de la Mujer, una asociación que proteje el derecho de la mujer, recibe una subvención por parte del estado (es decir, de los impuestos) entorno a los 12 millones de euros anuales o más (alguien dirá "pues no es tanto", a lo que yo contestaría dos cosas: 1. todas las asociaciones de hombres, las cuales la mayoría apoyan la protección familiar sin excluir a ningún género, reciben el dinero de sus propios bolsillos, y 2. es mucho dinero como para que la cosa encima vaya de mal en peor... me pregunto en qué se invierte es dinero...). Ahora bien, imaginemos por un momento que se consigue una total igualdad de derechos y erradicar por completo la conocida violencia de género, supongo que dicha institución no sería necesaria, ¿no? Pero claro, ¿qué hacemos entonces con tod@s l@s emplead@s del Instituto de la Mujer? ¿los echamos a la calle? ¿quié se lleva ahora esa sabrosa subvención?(seguro que más de un@ me crucificará por hacer este tipo de cuestiones).

Para los medios de comunicación es "chicha" para vender, y para los políticos para venderse. En el fondo todos salen ganando menos las 70 mujeres víctimas de vilencia de género que llevamos este año.

¿Y cómo entonces se produce tal situación? ¿Qué camino deberiamos tomar? ¿Cual es el principal culpable de todo esto? ¿es el hombre?

Desde luego este camino (bajo mi punto de vista) mediático y politizado, solo nos puede llevar del término "violencia de género" a otro como "guerra de género". Creo que la solución reside en la ley, al igual que la responsabilidad y, por tanto, su culpabilidad. Hoy en día, tal y como esta la ley o cómo se aplica, nos lleva a, más que subsanar esta tragedía, a incitar a que suceda. En primer lugar, los casos de ruptura de parejas y matrimonios, la ley los trata por igual (cuando en realidad no debería ser así), es decir, no profundiza para dar una sentencia lo más justa posible. En el caso de la mujer en peligro de maltrato o muerte por parte de su pareja la ley no es, ni mucho menos, eficaz, mientras que existen mujeres (porque también hay mujeres malas...) que se aprovechan de las desgracias de otras para su propio beneficio amparandose en las leyes. Es por tanto que pienso que se debería reestructurar y ampliar los conceptos legales con el fin de tratar de manera más específica y eficaz este tipo de casos.

Todo este asunto es más complejo que el simple hecho de saber de las noticias de la muerte de una mujer por parte del asesino de su pareja, cuando en realida, la noticia no ha profundizado en lo sucedido. No quisiera justificar la muerte de nadie, porque no es en ningún caso justificable pero, ¿nadie se ha parado a pensar que no siempre la víctima es el que ha muerto? Responsable de la muerte se sabe que es pero, ¿eso significa que es un asesino? Acordaos de la definición...

miércoles, 28 de noviembre de 2007

"Si usted desea ser timado, por favor, pulse 1..."

Este es el único mensaje que les falta por poner en los contestadores automaticos de atención al cliente de muchas de las empresas que ofrecen un servicio. ¿Cuantas veces me habrá tocado llamar a un 902 de alguna compañia con la que tengo algo contratado para reclamar y me he visto pegandome, o con una máquina, o con alguien al que parece que le estan apuntado con una pistola para que no le cuente al cliente más de lo debido? Telefonía, internet, televisión y créditos son los que se llevan la palma (eso no descarta otro sectores). Toda una odisea tiene que pasar el pobre usuario para efectuar una simple reclamación por fallo en el servicio, e incluso por falta del mismo, o por equivocación en la facturación que claro, de cobrar nunca se olvidan y, si han de equivocarse al hacerlo, curiosamente lo hacen a su favor... ¡¡y a ver quien reclama!!

Tengo la sensación que, hoy en día, el consumidor esta cada vez más engañado y desprotegido. Uno se encuentra con un constante bombardeo de anuncios incitando a consumir, consumir y consumir ofertando, eso sí , un producto que en la realidad ni se asemeja a lo que al cliente se le promete.

Pongamos un ejemplo: A Fulanito le regala su hermano Menganito por Reyes un teléfono movil, el cual vió por televisón que este era un regalo fantástico simplemente porque en el anuncio lo decían ("Abonese ahora y no pagará... ¡¡hasta febrero de 2008!!" Pero oíga, si quedan dos semanas para el 2008... en fin...). Ya en la factura del primer mes empieza con el primer encontronazo: no le han aplicado la promoción de Navidad que hacía que no pagara nada hasta febrero de 2008. Fulanito, inconsciente del error que iba a cometer, marca el número de teléfono de atención al cliente y claro, se encuentra con la cruda realidad. Primero le toca pelearse con un contestador que no hace otra cosa que marear con las opciones y pulsacion de números para acceder a cada una de ellas, y hacerle perder el tiempo con el bombardeo de las "nuevas y maravillosas" promociones. Cuando consigue que el atiendan (tras eperar un buen rato escuchando una música interrumpida por una voz del tipo "Todos nuestros operadores se encuentran ocupados. Por favor, no se retire, en seguida le atenderemos") se encuentra con que esta hablando cun un sudamericano (y no lo digo de forma despectiva, pero más adelante diré por qué remarco esto) al cual parece se le nota bastante coartado, por lo que la información que le facilitan al pobre Fulanito es escasa y totalmente desorientativa. Fulanito cuelga el teléfono con la sensación de haber perdido el tiempo y de haber sido timado, pero casi no sabe quién fue. Pero claro, como Fulanito no quiere creer que le haya pasado algo así prefiere pensar que el contestardo es intoma de alta tecnología, el que le atienda un sudamericano es un buen sintoma porque indica que su compañia mantiene una filosofía de contratación abierta y profesional, y la escasa información que le han facilitado no indica otra cosa que algo como "usted no se preocupe que nosotros nos encargamos".

Cuando va pasando el tiempo, Fulanito se va dando cuenta que debió hacer caso a su conciencia cuando esta le avisaba de la primera vez que llamó a atención al cliente. Ahora Fulanito sabe que el contestador no es más que un primer colchón (por no decir muro) donde la compañía pretende que se estrellen todas las reclamaciones que puedan recibir mientras aprovechan en bombardear al cliente de que contrate más servicios (es decir, pague más). También se da cuenta que siempre le toca hablar con un sudamericano, y que eso no indica otra cosa que el servicio de atención al cliente lo tienen en un país extranjero donde el salario es extremadamente inferior al que cobraría un español, y que la escasa información es debido a que la empresa de atención al cliente es otra totalmente distinta contratada por la primera para quitarse problemas de usuarios descontentos y, por tanto, no pueden hacer nada por falta de competencia.

Es entonces cuando Fulanito decide darse de baja, por lo que marca por última vez (o eso pretende que sea) el número de atención al cliente. Tras volverse a pegar con el contestador, y el pobre sudamericano que no tiene culpa de nada, consigue hablar con el departamente de bajas que, claro esta, es español (no sea que el sudamericano meta la pata). Este, bien entrenado para estas situaciones, trata de persuadir a Fulanito para que no se dé de baja ofreciendole todo tipo de servicios sin pagar un duro (no sé lo cree ni él). Fulanito, harto de tanto engaño no se deja persuadir asi que, el listillo del españolito bien entrenado, le comenta a Fulanito que para darse de baja debe enviar un fax a un número que nunca funciona y esperarse dos semanas a que le llegue una carta con una clave, la cual debe decir llamando a un número de atención al cliente para efectuar la baja... "Pero oiga, si para contratar el servicio solo tuve que darle al 1..."

En definitiva, más de uno nos hemos visto y nos seguiremos viendo en la odisea de querer tener un servicio para poder llamar tranquilamente a tus seres queridos, o conectarte a internet sin que ello suponga que te dejen sin un riñón y con la cara de gilipollas. Empresas que usan publicidad para hacer dinero ofertando servicios casi ficticios, que manejan datos personales para hacer un seguimiento de sus clientes y así saber cómo seguir sacandole el dinero, empresas que, si uno no sigue sus reglas, son capaces de hacertelas pasar verdaderamente mal o incluso meterte en la lista de ASNEF solo porque le debes una factura que no pagaste porque ellos no te dieron el servicio. ¿Esto debería seguir así o por algún lado explotará? ¿Qué clase de protección tenemos los consumidores y qué eficacia tiene?

En fin... yo, la primera conclusión que saco es, como siempre, el dinero es el que manda, y manda el que lo tiene...

Presentación

Lo primero daros la bienvenida a este pequeño proyecto personal. Espero que genere interes ya que tengo muchas ideas, opiniones y preguntas que exponer respecto al mundo que nos rodea.

Para entender la idea de este blog y la dirección que pretendo que lleve, trataré de explicar qué tipo de temas quisiera que se expusiera y que, con la colavoración de cualquiera que este interesado, poder opinar y debatir, para aportar y corregir información y, de este modo, poder llevar de una manera más personal e individual a una idea global.

Temas sobre política, sucesos, historia, sociales, culturales, religiosos y de cualquier indole que pueda interesar o afectarnos son los que pretendo exponer.

Lógicamente, y al contar con que suelen ser temas bastante polémicos, quisiera que el tono fuera siempre acompañado de respeto, argumento y sentido común y tratar de entender que, nos guste o no, cualquier idea aqui expuesta pueda ser una simple opinión, sin prejuicios y nunca con animos de ofender.

También quisiera que, todo aquel que este interesado, pueda proponer temas de los que se podrían hablar.

Como ya he dicho antes, espero que este pequeño proyecto pueda llegar a ser de gran interés.

Saludos.